martes, 30 de septiembre de 2014

Muere Andrea Marongiu, batería de Crystal Fighters

En la noche del 14 de Septiembre Andrea Marongiu, el batería italiano del grupo británico Crystal Fighters, ha fallecido. El grupo tenía prevista en el programa del tour una actuación el mismo dia al Solar Fest en Palma de Mallorca. Las actuaciones de los días siguientes en Granada, Pamplona y Madrid han sido canceladas como el resto del tour. La Band ha devuelto el dinero de los ticketes y ha confirmado el fallecimiento del batería a través las redes sociales como Facebook y Twitter donde ha mostrado su dolor debido a esta pérdida, esta es la carta firmada por todos los miembros de la band:

"Queridos amigos y familia de Crystal Fighters:
Con profundo lamento y gran tristeza anunciamos el trágico fallecimiento de nuestro batería y amigo, Andrea Marongiu.Andrea era no solo uno de los baterías más brillantes, habilidosos y carismáticos que haya pisado nunca un escenario, sino además un amigo increíblemente amable, divertido y encantador para todos nosotros. Enviamos nuestras condolencias a todos aquellos que fueran suficientemente afortunados de haberle conocido, y más particularmente a su familia.
Tenemos el corazón completamente roto por esta noticia y no podemos contener las lágrimas mientras os escribimos este mensaje. Andrea, gracias por toda la increíble alegría que trajiste a esta banda y a nuestras vidas durante los últimos cuatro años. Te queremos y te echamos de menos mucho más de lo que estas palabras pueden expresar
Buen viaje, amigo 
Con amor, siempreSebastian, Gilbert, Graham, Ellie, Nila, Clarissa, Mimi, Laure y todo el equipo de CF. La vida nunca será la misma sin tí, hermano"

Yo tenía que ir a su concierto en Pamplona el 19 de Septiembre, y cuando descubrí esta triste noticia me puse muy melancólica. Los Crystal Fighters son una de mis grupos preferidos y llegar a saber que el batería falleció así de repente me entristeció muchísimo, espero que seguirán hacer musica a pesar de este evento. 

lunes, 29 de septiembre de 2014

CARMINA BURANA- TEATRO ANTICHE DE ORANGE (17-7-2014) por Julen Jiménez González

Eran las ocho y media de la tarde. Ya habíamos vocalizado y recibíamos las últimas indicaciones de Igor, el director del Orfeón. Estábamos todos como un manojo de nervios. El director que iba a conducir la cantata aquella noche se sentía indispuesto. Michel Plasson es mayor, tiene más de 80 años y se sofoca y ahoga constantemente. Su asistente, Fayçal Karoui tomó el relevo. No sabíamos con quién saldría la obra mejor.

            Era la primera vez que actuaba en un sitio tan emblemático y espectacular como el Teatro Antiguo de Orange. Llevábamos ensayando allí tres días, pero no tuvo comparación con la sensación que tuve en ese concierto. Cantar con una orquesta importante como la de Burdeos - Aquitania, para 9000 personas en directo in situ y otros tantos miles por la televisión en un principio me aterraba, pero después aquello pasó a ser una sobredosis de adrenalina.

            A las 9 comenzamos a salir a posiciones en el escenario. Yo estaba en primera fila en el centro, en la zona de los tenores. Nada más salir y escuchar los aplausos de bienvenida, supe que el concierto en los Choregies de la ciudad de Orange iban a ir mejor de lo que imaginábamos. Nos sentamos. Frente a mí se situaba una enorme orquesta sinfónica con muchísima percusión y delante de ellos, una cávea gigantesca donde tomaban asiento aquellas 9000 personas que venían a disfrutar del concierto.

            El Carmina Burana que íbamos a cantar era muy especial, pues detrás de nosotros se dibujaban en la gigantesca escena dibujos relacionados con lo que cantábamos gracias a la técnica del "Mapping". Nosotros no lo veíamos, pues estábamos mirando hacia el público, pero éstos debieron quedar impresionados ante la belleza de la obra y las imágenes proyectadas.

            Comenzó el concierto. Se hizo el silencio en platea y comenzó el sonido en el escenario y en el foso. Con tempos rápidos, Fayçal  dio paso al primer número: "Oh Fortuna", muy conocido. Pasaba el concierto y me iba invadiendo de una sensación de nerviosismo pero a la vez de emoción, pues  el concierto iba por buen camino. La gente aplaudía a destiempo y el director de orquesta sonreía plácidamente. Todo fue a pedir de boca. Pasaban los números musicales (de orquesta, nuestros, del barítono...), y llegó el momento más temido por los hombres del coro: El "in taberna". Es un número complejísimo, lleno de agilidad y fuerza que muy pocas veces sale perfecto. Aquella noche ese fue el punto álgido. Salió mejor de lo que esperábamos e incluso llegamos a disfrutar cantando. Aquello hizo que el resto del concierto fuese "in crescendo" hasta el punto de llegar al agudo "Ave Formossísima" como rosas en cierto sentido. Cantando a gusto y con los nervios a flor de piel. Aquel fue un gran concierto.

            Al término del mismo, la gente no paraba de aplaudirnos. Ni a nosotros ni a la orquesta, ni a los solistas. Tuvimos que hacer dos bises del primer número. Algo increíble en aquel teatro. El sentimiento ante tanta gente aplaudiendo y vitoreando fue increíble. Una experiencia casi irrepetible. Espero que pueda repetir experiencias parecidas con otras obras. Aquella experiencia, mi primera vez cantando esa obra y en ese gran teatro, serán irrepetibles y quedarán grabadas en mi memoria para siempre.

Enlaces interesantes:
Web del Orfeón Pamplonés
web de los Choregies de Orange
el spot que creó France 3 para la retransimisión
La grabación en directo del concierto por France 3
El teatro Antiguo de Orange en su forma normal

El teatro en el momento del In taberna


martes, 23 de septiembre de 2014

Un día inolvidable

4/12/13, Bologna 
Nunca me puedo olvidar de aquel día, el concierto de 'The Lumineers', unos de mis grupos preferidos. Era un típico día de Diciembre, hacía mucho frío y mi amiga y yo estábamos esperando para entrar en la sala de conciertos. Después de media hora nos dejaron entrar y había un montón de gente que casi no se podía respirar. Faltaba poquísimo al inicio de la actuación y en el arie se podía respirar la adrenalina que estaba subiendo cada minuto más. Las luces se apagaron y en ese momento comenzó el concierto, empezaron con las canciones más famosas como 'Ho Hey' y también 'Slow it down', y luego siguieron con las del nuevo album. Durante mi canción preferida, 'Flowers in your hair', el cantante y el guitarrista subieron en un pequeña etapa que era situada en el centro de la sala y de repente millones de confetis han caído del cielo. Esto ha sido el momento más bello que nunca me olvidarè en toda mi vida, me emocioné tanto hasta casi llorar. 
Me encanta la música y por supuesto me gusta ir a conciertos, siempre son experiencias increíbles de las que te recordarás para siempre, también porque conoces muchísima gente con la que compartes los mismos intereses y gustos musicales, asi que cada vez te haces nuevas amistades con las cuales vas a salir para otros conciertos, y siempre es muy divertido!





lunes, 22 de septiembre de 2014

CONCIERTOS EN DIRECTO: VIVENCIA PERSONAL por Julen Jiménez González

"Silencio. Faltan tres minutos. A posiciones. Recordad este pasaje, y en este otro no desafinen esa nota. Mucha mierda para todos. Entramos en medio minuto" Nervios. Para mí eso es un concierto. Desde los ocho años llevo dando conciertos. El Orfeón Pamplonés me ha permitido ver un concierto o recital desde un ángulo al que pocas personas tienen el privilegio de acceder y serán más o menos las experiencias que pueda plasmar en este blog. Experiencias que desde la butaca o desde la platea de un teatro o un pabellón de conciertos no se pueden conocer. Ver un concierto y dar un concierto son vivencias diferentes y parecidas a la vez.
Por una parte, la experiencia de "estar entre bambalinas", tener que cantar delante de cientos de personas que vienen a escuchar algo de calidad, que les entretenga, es algo casi indescriptible. Esperar, con nervios, que los regidores te llamen a entrar en escena o que la gerente del Orfeón te dé pie a entrar en la iglesia donde toca cantar en una gira por pueblo. Para mí, esa experiencia me produce más adrenalina que hacer "puenting". Es una experiencia que me encantaría saber explicar con mejores palabras, pero creo que, al igual que mis compañeros cantantes, es bastante difícil de describir.
Concierto del Coro Juvenil del Orfeón Pamplonés en Logroño el pasado marzo (Vía Facebook)

Por otra parte, también vivo los conciertos de la manera "normal", desde fuera. Tanto conciertos de música clásica como de música rock y alternativa. También es una preciosa experiencia el estar entre tanta gente que comparte los mismos gustos que uno mismo, esperar ver a un solista que te gusta, una obra especial o un grupo que te encante. Para mí, el ir a un concierto es una de las mejores maneras de compartir una afición tan  bella como la música con los amigos. 
Vivir un concierto es algo mágico, que intentaré describir a partir de las pautas que se nos dan. Una experiencia que merece la pena que todo el mundo conozca. Como diríamos los músicos, le desearé "Mucha mierda" a este blog. 

"A toi, A toi, A toi" 
Orfeón Pamplonés  - Twitter del coro